Comienzo a escribir estos episodios de la vida mía mientras me levanto a cortar vegetales para cocinar. Uno de los beneficios de los treinta es que me siento en la libertad de encontrar belleza en cosas que anteriormente veía como martirio.
Creo que esta fue la primera semana que me di cuenta que tenía treinta. No es algo que está en mi cabeza todo el tiempo, de hecho, casi ni cuenta me di que los cumplí. El día casi pasó desapercibido. Bien para mi! Casi nadie recuerda que la fecha pasó, así que para muchos aún tengo 29. Automáticamente también borré la opción en Facebook para que aparezca mi edad. Nada de que avergonzarme, pero sí, prefiero solo ser yo la que me acuerde.
Estaba sentada trabajando cuando una chiquilla dijo que el día que ella cumpliera 30 se crearía una página en "e-harmony". Ahí fue que dije: 'coño, tengo 30!'. Para los que no saben lo que es e-harmony, esto es una página web para buscar pareja. Para decir verdad, tengo una desde que tengo 27. Nunca he conocido a nadie por ahí. Nada mejor que Facebook o Twitter.
Me he sentado en estos días a analizar mi vida. Tengo 30. Para este momento de la vida la gente a mi alrededor quería verme con hijos, ya casada y asistiendo a la iglesia regularmente para que Dios fuera la base de mi hogar. Yo me veía ya realizada profesionalmente trabajando en comunicaciones creativas y viajando el mundo, soltera y con al menos un hijo. La realidad es que terminé una inesperada maestría, aún no termino otra, trabajo por menos de 40mil al año al día de hoy, no tengo una relación amorosa fija y me acompaña un perro. Tanto la gente a mi alrededor, como yo, nos equivocamos en relación a lo que mi vida se convirtió y mis 30.
Puedo jurar que no me importa. Sinceramente no he llegado ahí. No me reclamo aún el porque no estoy viajando o porque no estoy en una flamante carrera de comunicaciones. No me reclamo tampoco el no tener una pareja fija ni el tener hijos. Tengo amistades que lo han tratado todo y han fracasado y tengo otras que lo han logrado contra viento y marea. Una de mis amigas decidió estar en una relación que le arrancó 5 años de su vida para que a fin de cuentas el patético hombre que ella creó se fuera con otra. Esto causó que mi amiga dejara de ver a los hombres como una opción y decidiera comenzar su vida con una mujer. Otra amiga tenía una autoestima demasiada alta y cuando no logró la atención de un pastor de jóvenes, decidió convertirse en la santa que nunca había sido y unir su vida "para siempre" con él. Obviamente la realidad tocó a su puerta para demostrarle que la vida de soltera era más bonita y que prefería compartir sus logros con amigos en una barra y no con su marido en la iglesia. Así que un divorcio la llevó a ser parte de las estadísticas.
Otra de mis amigas y yo nos fuimos por otra línea. No somos lesbianas y estamos más que seguras de eso. Tampoco somos solteronas pues en realidad no estamos solas. Hemos decidido amarnos a nosotras mismas primero. Ella es feliz y exitosa. Aún espera ese chico ideal así como si fuera cuento de hadas. Yo no niego que a veces también me voy en ese viaje. Para qué negarlo?
Pero coño, tengo 30. Esto no es una cosa solamente relacionada a el hecho de no estar casada o de no tener una pareja fija. Está más relacionada al hecho que teniendo 30 en realidad me considero muy joven para amarrarme a una relación de esta magnitud. Si vuelvo a las amigas que mencioné anteriormente, una no pagó renta por más de 2 años y la otra viajó el mundo. Ambas a cuesta de estos dos hombres que al final sólo fueron parte de su historia. Así que no debo de ver el salir de mi soltería como algo malo siempre y cuando entienda de que debo de salir con algún tipo de beneficio marginal de esa relación. Más que nada, coño, si tengo la claridad de que quizás sea algo temporero aunque haga la dichosa promesa delante de Dios que es 'disque' para toda la vida.
Tengo que seguir siendo realista y no desenfocarme. El tener 30 tiene una ventaja y una desventaja. Puedes pretender tener control completo de tu vida mientras la realidad es que estás completamente histérica por dentro tratando de descifrar cada detalle de lo que te pasa, o puedes pretender que te importa demasiado todo y en realidad estar completamente irreverente a lo que sucede y sinceramente sentir que puedes mandar al mundo al carajo porque realmente la única que tiene el control eres tú y tú lo sabes.
Para mi, la segunda es una gran ventaja, y es como he decidido vivir mi vida.
Esto es parte del porque he decidido comenzar mis memorias como episodios de la vida mía, por que a este punto me importa un carajo lo que digan los demás.
Quiero contar mi vida de una manera que el que lea entienda que ser mujer, tener 30 y estar sola puede ser una maravilla... tan hermosa como lo es cuando dices lo mismo de un hombre. Me criaron en la religión, me dieron clases bíblicas, me dieron una educación moralmente fabulosa, me enseñaron el bien y el mal, me enseñaron a ser justa y me convirtieron en una persona que le encantan los retos... pero también me criaron en un ambiente en lo que todo lo manipulaba el "qué dirán". Por consiguiente, teniendo 30 años, he decidido que mi vida no va a ser regulada jamás por lo que diga nadie. Yo tengo el poder. Son los episodios de la vida mía lo que comparto. Mía.
Seguiremos informando...
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