Buenos días.
Quise comenzar el año de una manera activa, pero no se me dio. No se por qué. Corrí hacia la vieja rutina de caer en un sofa después de cada día de trabajo. Pues, no importa!
Hoy decidí - bueno, lo decidí ayer - que iba a arrancar finalmente el año e iba a comenzar a caminar hasta correr. Sudar hasta que sea divertido. Me refiero específicamente al tipo de sudor que se hace en ejercicios... no en otras formas.
Ayer comencé el día con avena. El día anterior también. Voy - a las 9am de la mañana - a comer lo mismo. Dicen que es saludable. Le tenía mucho asco anteriormente y la encontraba fea y babosa. Ahora, luego de una recetita fabulosa que la combina con mantequilla de maní, es algo comible. Aceptable.
Me fui a caminar por mi casa. De repente me dio la emoción de que debería verme regia mientras lo hacía. Estaba pensando en un caliente brasileño que me hacía la vida feliz de vez en cuando desde mis 28 años hasta los otros días. Que pendejada el tener que verse lindo uno mientras hace ejercicio. Que rayos es eso!? Sinceramente, la razón por la que dejé de pagar mensualidades en un gimnasio. Todo el mundo entraba como que era parte de una película de Hollywood. Regios. Ya estaban sudados antes de entrar, decía yo. Pero no, después descubrí que los hombres de ponen una grasita para hacer ver los músculos mas brillosos. Que cosas no? Las mujeres nos queremos quitar el brillo de la cara y compramos productos mensualmente para que la cara este "anti brillo" mientras que los hombres se compran algo para verse mas brillosos. El punto es que estaba pensando en verme linda mientras sudaba de camino "por si acaso" el brasi me veía. Pero no, no corrí esa "suerte".
Sudé. Y busqué mi correspondencia al buzón.
Llevo varios días pensando en que me quiero unir a un grupo de mujeres que corre maratones. Tengo la suerte de que conozco a una persona que conduce un grupo y creo que es la mejor opción para en realidad ponerme en forma. Ahora que han llegado los 30, hay varias preocupaciones. Nunca he sido de un peso modelo. Soy lo que llama el mundo: gorda. Sin embargo, después de las depresiones de los "teens", no he vuelto a estar en esas depresiones. Me he sentido una mamacita al día desde que noté que hay chicos que particularmente disfrutan de un tipo de mujer como yo. Ahora llegando a los 30, mi preocupación es otra. No es estética. Mi preocupación es mi corazoncito, mi hermoso hígado, mis despampanantes riñones, mis loquitas tiroides y todo órgano que en realidad disfruto yo...
Aquí estoy y sigo sudada de mi caminata. Con el corazón como renovado. Me encantan los días que comienzan así porque la realidad es que son mas intensos. No importa qué, uno siempre comenzó con el punto más alto del día.
Ahora me retiro a bañarme, desayunar y continuar mi día.
Lo logré.
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